viernes, 31 de octubre de 2014

EXCURSIÓN ARQUEOLÓGICA A GURUVIEJO, BURGOS EL VIEJO





Hacía tiempo que teníamos interés en organizar una visita a Guruviejo, en busca de la "cueva" de la que todas las fuentes escritas y orales nos hablaban de su existencia.


 El castillo de Burguillos visto desde Guruviejo o Burgos el Viejo


A medida que íbamos organizando la excursión, se iban uniendo más amigos deseosos de acompañarnos en la bonita experiencia. La cita era para el jueves día 30 de octubre, a las diez de la mañana, en el paseo de la Fuente Llano.

La expedición la formamos: Apolonio Conde Olmedo, Antonio Carretero Melo, Antonio Fernández-Salguero Carretero, Encarnación Giraldo Díaz, José Sánchez Sánchez, Francisco García Pulido, Manuel Chávez Cerrajero, Isidoro Salguero Cerrajero, Víctor Gibello Bravo y Antonio Surribas Parra.



                               El equipo con Guruviejo al fondo

La ruta que seguimos fue por la carretera de Jerez, camino de Boyero, subimos hacia el Campo de la Corza, finca en la que dejamos los vehículos.Tras un paseo de un kilómetro, aproximadamente, llegamos a Guruviejo.


                             Cerro de Guruviejo 

Guruviejo, o Burgos el Viejo, como cada cual prefiera, es uno de los muchos yacimientos arqueológicos  que posee el rico término municipal de Burguillos del Cerro. Sin embargo, lejos de ser “uno más”, constituye uno de los asentamientos más importantes y pieza esencial para comprender los procesos de ocupación y explotación históricas del territorio burguillano y, si nos apuran, hasta fundamental para la población en cuanto que están íntimamente conectados y comparten una trayectoria común.



La tradición oral de Burguillos recoge noticias y leyendas vinculadas a Guruviejo, unas surgidas de la fantasía popular y otras cimentadas en datos reales que, con mayor o menor fortuna han llegado hasta nosotros. 

Una de estas noticias informaba de la existencia de una “cueva” en el cerro. Hace unos días, surgió la posibilidad de verificar si el dato era correcto gracias a que Manuel Chávez Cerrajero decía conocerla. En el día de ayer, un grupo de entusiastas de la arqueología y la historia nos desplazamos al lugar con la emoción de niños ávidos de descubrimientos. Según nos acercábamos al promontorio y lo escalábamos, el entusiasmo crecía. Gracias a nuestro guía, encontramos una oquedad abierta en el farallón cuarcítico.


                                   Oquedad de entrada a la "cueva"

Por ella nos colamos con todas las preocupaciones posibles. Ya en el interior, una vez que los ojos se acostumbraron a la oscuridad reinante, apreciamos la existencia de un espacio relativamente amplio dispuesto en sentido este-oeste con una agujero a modo de ventana abierto hacia poniente, agujero por el que entraba luz y ventilación al espacio. 



                                          Agujero-ventana de la "cueva"

El lugar, parcialmente colmatado de piedras y tierra arrastradas por la lluvia, resultó altamente interesante. Un análisis superficial de la formación evidenció que no se trataba de una cueva y sí, por el contrario, de una antiquísima mina de la que se extrajo mineral de hierro. Las vetas del mineral fueron extraídas con paciencia de años y un trabajo agotador. Aún pueden apreciarse las huellas del picoteado concienzudo de la piedra en busca del hierro.




                        Interior con las huellas del picoteado de la mina








Es difícil precisar sin realizar una excavación arqueológica en qué momento se extrajo el mineral de la mina; sin embargo, su vinculación con el asentamiento arqueológico en el que se integra permite establecer una ligazón con su dilatada secuencia de ocupación que nos lleva desde la Segunda Edad del Hierro hasta el período de ocupación islámico.



                                   Vista desde el agujero-ventana

Una vez agotados los recursos mineros, el espacio siguió siendo útil a la comunidad allí residente a modo de almacén y fresquera, pues su temperatura ha de ser baja y constante a lo largo de todo el año.

Ya en el exterior, saliendo de la bocamina no sin ciertas dificultades, dada la estrechez del acceso, decidimos visitar la parte más alta del yacimiento arqueológico. En el acceso a la cumbre topamos con elementos realmente interesantes, entre ellos la sólida muralla que lo circundaba, de la que son visibles numerosos vestigios y numerosísimos restos cerámicos, tanto constructivos como de mesa y almacenaje. Estos restos informan de la dilatada historia del lugar. Entre ellos destacan cerámicas de la Edad del Cobre, romanas, al menos desde tiempos altoimperiales, e islámicas.


                                          Restos de la muralla 

Las vistas panorámicas de Burguillos del Cerro son realmente espectaculares desde Guruviejo, en la falda de la sierra que mira hacia el pueblo, se extienden los restos de la antigua población dispersos por un amplio espacio. Qué duda cabe, estamos ante un yacimiento arqueológico con un potencial enorme, su investigación, estudio y puesta en valor, podrían suponer un motor más para el necesario desarrollo de nuestro pueblo. Mientras tanto, Guruviejo, se mantiene a la espera, paciente, ya ha superado siete siglos de olvido y, de algún modo, reclama la atención que merece.


                   Vista de Burguillos del Cerro desde Burgos el Viejo


ANTIGUA DOCUMENTACIÓN ESCRITA SOBRE BURGOS EL VIEJO.

Las noticias más antiguas que tenemos de Burgos el Viejo, están escritas en las Cántigas de Alfonso X  el Sabio, cántiga número 199, donde nos dice:

“Por én direi un miragre que fez por un peleteiro que morava na fronteira de un castelo guerreiro que Burgos está llamado et demais está fronteiro de Xerez de Badallonce ú sóen andar ladroes. Com` é mund` avondado de máes et d´ ocaioes…”.

También encontramos referencias escritas de Burgos el Viejo y de su castillo, en las Ordenanzas Municipales de 1530, promulgadas por Alvaro de Zúñiga, II Duque de Bejar y Señor de la villa de Burguillos. Ordenanzas manuscritas por Matías R. Martínez en 1877. En el título 63 de las mismas nos dice:

“Que viene de la sierra de Burgos el Viejo. y dende por la ladera del castillo de Burgos el viejo á dar á un serrejon agudo q´ está de yuso del camino q´ va a dar a la casa de Alonso Trigo”.
Nos está señalando la localización del castillo de Burgos el Viejo, hoy llamado Guruviejo. Dándonos la referencia de la sierra limítrofe, hoy llamada Risco de la Cárcel, camino de la finca de Sotrigo (Alonso Trigo).





Los resultados de la jornada arqueólogica no han podido ser más fructíferos y los integrantes de la misma nos hemos sentido plénamente satisfechos con la constatación de que una parte importante de los orígenes de Burguillos están en Guruviejo, Burgos el Viejo.

Un cariñoso saludo.

Antonio Surribas Parra.


Víctor Gibello Bravo (Arqueólogo, director de Arqveocheck).






(Reservados los derechos de autor. Prohibida la reproducción sin permiso de los autores).

(Prohibida la reproducción de las fotografías sin permiso de los autores).





2 comentarios:

  1. Hello! My name is Morgan Parker and I am an 8th grade student from Pershing Middle School in Houston Texas. I was exploring through this blog and I found a lot of interest in this article. It is very interesting how you found the "cave" on the mountain and discovered that it was an ancient mine. Also, it was fascinating how you found some remnants of the wall and some pottery. This must've been a wonderful experience and that archeological site is just one sign of how historically rich the town of Burguillos is. One day, I would love to visit Burguillos myself and see the town and its wonderful views in real life.

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  2. Hi Morgan!
    Nice to see you are reading these words.
    In the same way,thank you very much for your comment. If you come in the future to Burguillos,it will be a pleasure to show you the town and all the places you can see in the blog.
    You can also see more pictures and information at facebook.com/burguillosysuhistoria

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